15 años de Frente Amplio: "ejércitos" de militantes acomodados en el Estado

"En los 15 años de Gobierno del Frente la mayoría de las personas entraron por concurso y no todos son frenteamplistas" aseguró rotundamente el presidente del Frente Amplio Fernando Pereira en canal 5 hace un par de días.
Sería interesante conocer cómo sabe Pereira que "no todos son frenteamplistas". ¿Les preguntaron en algún momento del concurso qué ideas políticas tenían y Pereira lleva la cuenta de los casi 80 mil funcionarios nuevos que ingresaron? ¿O es la demostración de que sabían perfectamente que estaban designando "compañeros"?
El pez por la boca muere.
Pereira habla sin mirar para atrás, sin la menor idea de lo que dijeron sus líderes y quienes sostienen su permanencia en el cargo partidario.
En 2010, el entonces presidente de la República, José Mujica, afirmaba que los concursos eran instrumentos de "acomodo". "Es peor que la designación con el dedo que tiene el coraje de poner la cara y la responsabilidad", decía el dirigente tupamaro.
El Frente Amplio en sus 15 años de gobierno utilizó las dos maneras: hizo concursos "truchos" y designó a dedo. Lo sigue haciendo sin que le tiemble el pulso en la Intendencia de Montevideo.
Hablando de "acomodos", los FA dejaron listas de concursos preparadas para ingresos y ascensos, en la gran mayoría de la administración pública. Las famosas listas de prelación que consagran acomodos e injusticias. Los organismos siguen utilizando esas viejas listas digitadas por jerarcas FA. La toma por asalto del Estado. Gramsci, en plenitud.
Esto no sólo permite que sigan controlando el funcionamiento de los organismos, sino que proyecten su dominio a futuro y sigan vulnerando derechos de los funcionarios que fueron relegados en los ascensos y de quienes no pudieron ingresar por no provenir del comité de base.
El bajo nivel de los que ingresan o ascienden es producto de ese clientelismo de izquierda y de la mala formación académica o administrativa que ha sido un signo distintivo de los gobiernos FA. Adoctrinamiento sin la preparación mínima indispensable para la función pública.
El propio ex vicepresidente Raúl Sendic, cuando fue suspendido por el Frente Amplio como afiliado por su procesamiento, se sinceró en un acto de su agrupación y dijo que: "Prácticamente no hay quien haga trabajo político, todo el mundo se cruzó para la fila de la gestión del Estado y son ejércitos de gente que se ha acomodado. En la oficina de Planeamiento y Presupuesto, en los ministerios, contratos, familiares, compañeros, todos rentados", afirmó.
Pero Pereira se hace el distraído y en su afán de construir un nuevo relato, siguiendo los consejos del ex político español Pablo Iglesias, miente sobre la gestión de sus gobiernos en materia de ingresos y ascensos en la administración pública y contradice a las figuras principales de los gobiernos de su partido que sostuvieron lo contrario.
Es la creación de un nuevo relato. Para eso invitaron al español Pablo Iglesias a dictar un seminario a militantes frenteamplistas hace unos meses. Un personaje político fulminado por la decisión popular en España, que renunció a su cargo en el gobierno y en su propio partido. Cuestionado por tirios y troyanos.
El mentiroso se olvida de las mentiras que dice cuando miente mucho. La izquierda perdió el rumbo hace rato. Entre las derrotas y el bajo nivel de sus dirigentes. Se autoconvencieron que mintiendo e insultando van a lograr apoyo popular. Es la estrategia de los sindicatos trasladada a la política. Es el PIT CNT controlando y suplantando al partido político Frente Amplio.
Pero ya no es tan fácil engañar a la ciudadanía. La enorme corrupción de la izquierda en sus gobiernos en toda América Latina y la ausencia de capacitación en sus gobernantes, demostrada en las gestiones tremendamente ineficaces, abrió los ojos a mucha gente.
Argentina es una patética muestra de lo que sucede cuando los populismos de izquierda se quedan sin dinero y someten a la población a mayor pobreza e indigencia, mientras las sociedades decaen en su educación y en sus expresiones culturales.