El arte de NO responder

Como es común apreciar en muchos de los dirigentes frenteamplistas, cuando algún periodista intenta profundizar sobre sus ideas, sacándolos de su área de confort y del libreto ya establecido, sus respuestas son habitualmente esquivas. Todo empezó cuando ante la afirmación del entrevistado de que su reunión con autoridades cubanas se trataba “de reuniones con contrapartes afines”, el periodista Leonardo Haberkorn le preguntara: “Se siente afín al gobierno de Cuba?” Y continuó cuando quisieron conocer la opinión del autor de “Cuba – EEUU – La relación bilateral en el siglo XXI” sobre el libro “Cuba, de eso mejor ni hablar”, de Carlos Liscano, dijo: “Vengo a un reportaje, no a un comadreo”. Tras variados e inútiles esfuerzos de los periodistas intentando lograr que definiera si Cuba es o no una dictadura, se dio este diálogo entre Leonardo Haberkorn y Ariel Bergamino (minuto 27:52 del video https://youtu.be/oD1faaRrds0 ):
-El presidente chileno, Gabriel Boric, que es uno de los emergentes de esta ola que usted decía de regreso de la izquierda en América Latina, diciendo que “es inaceptable que en Cuba haya presos políticos”, usted la hace suya?
-Bueno, respeto la opinión de Boric.
-¿La hace suya?
-Respeto la opinión de Boric, reitero. No me ponga a comparar.
Se escucha la voz de una de las periodistas que dice: “IMPENETRABLE”. Y a continuación:
-¿Usted sabe lo que me hace acordar? -preguntó el entrevistado.
-A ver… dijo Haberkorn.
-Cuando yo estaba frente al juez militar.
-Ah, bueno! Yo soy periodista.
-Si. Me ponían en dos andariveles: si yo era tupa o bolche. ¿No?
-Yo le pregunté si una frase de Boric…
-El interrogatorio era: si era tupa (hace ademán de “marchaba para adentro”) o si era bolche. Y realmente no era una cosa ni la otra. Igual marché preso.
-Usted me hace acordar a Bolentini en la dictadura, que no podía responder.
-Me parece una comparación de mal gusto, cortó Bergamino -muy suelto de cuerpo, como si comparar al periodista con un juez militar hubiera sido el summum de la diplomacia.
Ya sobre el final, Haberkorn ironizó: “No logro meter una pregunta que me quiera responder, la verdad… Voy a probar: ¿va a salir hoy en la Noche de la Nostalgia?”, pero ni así, logró su objetivo, porque la respuesta fue: “Afine la puntería”.
En suma, y confirmando una vez más lo que decíamos al inicio sobre lo esquivo de las respuestas a preguntas urticantes quedó claramente demostrado que el ex embajador en Cuba, ex subsecretario de RREE y actual presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del FA es más escurridizo que una anguila.
Como es común apreciar en muchos de los dirigentes frenteamplistas, cuando algún periodista intenta profundizar sobre sus ideas, sacándolos de su área de confort y del libreto ya establecido, sus respuestas son habitualmente esquivas. Cuando quisieron conocer la opinión del autor de “Cuba – EEUU – La relación bilateral en el siglo XXI” sobre el libro “Cuba, de eso mejor ni hablar” de Carlos Liscano, dijo: “Vengo a un reportaje, no a un comadreo”. Tras variados e inútiles esfuerzos de los periodistas intentando lograr que definiera si Cuba es o no una dictadura, se dio este diálogo entre Leonardo Haberkorn y Ariel Bergamino (minuto 27:52 del video https://youtu.be/oD1faaRrds0).
El presidente chileno, Gabriel Boric, que es uno de los emergentes de esta ola que usted decía de regreso de la izquierda en América Latina, diciendo que “es inaceptable que en Cuba haya presos políticos”, ¿usted la hace suya?
-Bueno, respeto la opinión de Boric.
¿La hace suya?
-Respeto la opinión de Boric. Reitero, no me ponga a comparar.
Se escucha la voz de una de las periodista que dice: “IMPENETRABLE”. Y a continuación sigue Bergamino:
¿Usted sabe lo que me hace acordar? -preguntó Bergamino.
A ver… dijo Haberkorn.
-Cuando yo estaba frente al juez militar...
¡Ah, bueno! Yo soy periodista...
-Si. Me ponían en dos andaniveles: si yo era tupa o bolche. ¿No?
Yo le pregunté si una frase de Boric…
-El interrogatorio era: Si era tupa (hace ademán de “marchaba para adentro”), o si era bolche. Y realmente no era una cosa ni la otra. Igual marché preso.
Usted me hace acordar a mí a Bolentini que en la dictadura que no podía responder
-Me parece una comparación de mal gusto, cortó Bergamino -muy suelto de cuerpo, como si comparar al periodista con un juez militar hubiera sido el summum de la diplomacia.
Ya sobre el final, o Haberkorn ironizó:
“No logro meter una pregunta que me quiera responder, la verdad… Voy a probar: ¿va a salir hoy en la Noche de la Nostalgia?”, pero ni así, logró su objetivo, porque la respuesta fue:
-Afine la puntería.
En suma, y confirmando una vez más lo que decíamos al inicio sobre lo esquivo de las respuestas a preguntas urticantes quedó claramente demostrado que el ex embajador en Cuba, ex subsecretario de RREE y actual presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del FA es más escurridizo que una anguila.