Charles Carrera eligió el camino de la indignidad política y el ridículo.

Esta Redacción ha tomado conocimiento de la presentación de un escrito por parte del senador del MPP Charles Carrera, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, denunciando ser objeto de persecuciones políticas en el Uruguay por parte del Gobierno.
Sin temor al ridículo y mediante la utilización de fundamentos tan infantiles como hipócritas, el senador Carrera se ha presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
En la primera parte de su extenso escrito, nos recuerda a las quejas que podría hacer un alumno escolar “traga” ante su Maestra, acusando a un compañerito de “acoso escolar”, reclamando protección en función de, por una parte su excelente buena conducta y actuación escolar y por otra parte el mal comportamiento en clase del presunto acosador.
En efecto en la primera parte de su escrito realiza una especie de auto apología de su actuación política, no teniendo para nada en cuenta que como dice el dicho: “la alabanza propia envilece”. Expresa, en términos “Mc Donals” , como quien dice ser el senador “de la semana” y para fundamentarlo utiliza un informe elaborado nada menos que por su correligionario, el politólogo Daniel Chasquetti sobre la actuación parlamentaria de los legisladores.
Una vez concluido el “auto bombo”, el senador Charles Carrera ingresa en una especie de “modo súper héroe” y así en una especie de tribuno popular con capa y a quien solo le faltaría volar, se auto erige en el gran perseguidor de conductas indignas. Expresa que prácticamente él es el principal controlador de eventuales desvíos de poder del Gobierno y especialmente del Ministro del Interior Luis Alberto Heber.
En resumen, Carrera dice que el “perseguido” por él, el ministro Heber, ha decidido convertirse en su “perseguidor”.
Mediante este juego de palabras, Carreras lo que claramente pretende es pasar de ser un simple presunto corrupto a un héroe contra la corrupción y el abuso del Poder.
Y a partir de este punto Charles Carrera es que comienza burdamente con su estrategia de victimización y es así que expresa que el ministro Heber “salió a buscar información sobre mi persona y tergiversando los lamentables hechos, comenzó una campaña de hostigamiento contra mi”
La pregunta que nos surge que es tergiversar los hechos para Carrera, ¿decir que en la época del lamentable hecho que terminó con una persona lisiada, él era Director General de Secretaría del Ministerio del Interior? ¿tergiversar los hechos es decir que él en su condición de jerarca de dicho Ministerio dispuso que se atendiera una persona en el Hospital Policial sin tener derecho a hacerlo, durante tres años? ¿es tergiversar los hechos decir que la internación también comprendía el alojamiento por tres años en dicho centro hospitalario del hermano de la víctima? ¿tergiversar los hechos es decir que bajo la firma de Carrera durante tres años, a una persona que no tenía derecho, le fueron entregados tickets de alimentación por cientos de miles de pesos?
El senador del MPP, en otro pasaje de su escrito denuncia al ministro Heber por utilizar los servicios de Asuntos Internos de la Policía en forma indebida para investigarlo a él abusando de poder, cosa que a todas luces no es exacta. Pero lo que sí es cierto que, como surge de las grabaciones que se hicieron públicas, la Directora de Asuntos Internos de la Policía, en presencia de Carreras, ofreció a los hermanos Hernández, particulares ajenos al Instituto Policial, un expediente propiedad de la Policía, para que aquellos iniciaran un juicio contra el Estado.
Ridícula y mal intencionadamente, Carrera acusa de persecución al ministro Heber, expresando que: “por orden expresa del ministro del Interior fui denunciado penalmente por esos hechos, acusándome de haber violado la ley, por el solo hecho de haber dado apoyo a una persona…” Carrera sabe muy bien que el objeto de la denuncia penal no es “el apoyo a una persona”, el objeto es la ilegalidad cometida en el apoyo brindado.
Por otra parte, el senador Carrera como abogado y senador “estrella” que dice ser, debería saber que ante la apariencia de un hecho delictivo, un jerarca público, al momento de tomar conocimiento fehacientemente del mismo, tiene la obligación de denunciarlo penalmente, sin perjuicio del tiempo que haya transcurrido, salvo que el presunto delito hubiere prescripto, cosa que no sucedió.
En otro parte del escrito del senador Carrera, manifiesta que el hecho de que se realice una Comisión Investigadora en la órbita parlamentaria, como han dicho legisladores del gobierno, sería inconstitucional, en virtud de que la denuncia ya está en la Justicia.
Indica Carrera que la intención del oficialismo de conformar una Comisión Investigadora sobre su conducta, es ejercer presión sobre el fiscal de la causa Ricardo Lackner. Y la pregunta que habría que realizarle al senador Carrera es: ¿Senador, Ud piensa que el fiscal Lackner es presionable? ¿Ud no confía en la integridad moral y solvencia técnica del fiscal Lackner? ¿acaso piensa que el dictamen del fiscal Lackner puede llegar a variar en su perjuicio, por el simple hecho de la instalación de una Comisión Investigadora Parlamentaria? Y por último ¿Qué opinión tiene Ud senador Carrera del fiscal Lackner como persona y como profesional?
No vamos a aburrir a los lectores con argumentos jurídicos que rebaten esta afirmación, simplemente decir que esto también forma parte de la estrategia de “blanqueo” utilizada por Carrera.
También el senador Carrera le dice a la Comisión Interamericana de DD HH, que, en su calidad de denunciante del Gobierno, éste lo pretende criminalizar como forma de distraer la atención y amedrentarlo.
Expresa Carrera que los denunciantes de hechos de corrupción que sean investigados por delitos, como sería él en este caso, tiene derecho a que no se los desacredite o estigmatice mediante la utilización de dichos procesos judiciales y que para ello “tiene especial relevancia asegurar la presunción de inocencia y el plazo razonable del proceso”. Es increíble que personas que festejan los procesos que derivaron en la internación en la cárcel de Domingo Arena, reivindiquen tan fervientemente estos principios jurídicos, los que fueron inmoral e inconstitucionalmente relativizados.
Por último Charles Carrera, en esta especie de sainete que presentó ante la Comisión Interamericana, en donde prácticamente solo faltó que pidiera asilo político, hace mención a un informe del Comité de DD HH de la ONU, en el que se expresa la preocupación de la existencia de “información sobre un aumento de juicios penales, amenazas y restricciones a la libertad de expresión y de periodistas”
Esto lo expresa un integrante del Partido Político que efectuó una denuncia penal contra el periodista Ignacio Alvarez y que personalmente adhirió a dicha acción. Caso en el que ocurrió la mayor violación a la libertad de prensa y expresión en los últimos años. ¿En serio el senador Charles Carrera está preocupado por las denuncias penales a la prensa y a periodistas? O será que mientras redactaba el escrito le volvió a surgir el “espíritu humanitario” que lo llevó a cometer presuntas irregularidades?
En realidad la presentación de este escrito por parte de Charles Carrera, debemos terminar agradeciéndosela, puesto que en virtud de lo que se resuelva, sabremos que Comisión Interamericana de DD HH realmente tenemos, puesto que correspondería su rechazo por improcedente o en el mejor de los caso un “téngase presente”
Para terminar, solo decir que los defensores de las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, como lo es el senador Charles Carrera, donde no se persigue políticamente a las personas sino que se las encarcela por razones políticas. Donde no hay denuncias penales a periodistas y medios de comunicación sino que simplemente se los encarcela o se los clausura. Donde a quienes manifiestan se los atropella con tanquetas. Donde la corrupción es la regla. Donde la separación de poderes no existe. Los defensores de esos regímenes denuncian que Uruguay, ejemplo actual de democracia y libertad en el mundo, tiene un Gobierno que realiza persecuciones polìticas.
QUE TUPE!!!!
Fernando Caride Bianchi
Editor de Confidencial.