¿Hinchas en la Política?

Hechos 19 de septiembre de 2022 Por Guillermo Silva Grucci
La Institución Nacional de Derechos Humanos, con su nueva integración, dio ingreso a la nómina de organizaciones sociales vinculadas con la materia, a la ONG Centro de Estudios de Derechos Humanos del Uruguay, con el voto en contra de Wilder Tayler y la critica de la Izquierda en general
INDDHH2

No es necesario-aunque ayuda- haber leído a Le Bon para entender el comportamiento, ya
no de los barrabravas, sino del hincha del otrora llamado “viril deporte del futbol” (Kesman
dixit). Antes del VAR y después de esta tecnología, se discuten los fallos arbitrales hasta la
violencia. Eso que para la mitad -o más- del estadio fue penal, para el resto no existió. La
discusión sigue después de ver filmaciones desde distintos ángulos y alimenta los programas
futbolísticos de la semana y las redes sociales. “Es fútbol, pasión de multitudes”, explican
algunos. Pero en esta época donde el relativismo parece haber sentado sus reales el mismo
fenómeno se repite en política una y otra vez. Saliendo de las redes –que serían en el símil
las hinchadas con sus matices- pasemos a los comentaristas -que serían los intelectuales, los
pensadores, los analistas… ¿Se repite el fenómeno? ¿Es válida la comparación?
Veamos: la INDDHH acaba de dar ingreso a la ONG Centro de Estudios de Derechos
Humanos del Uruguay. La decisión se adoptó por mayoría (cuatro a uno) con el voto
contrario del único sobreviviente de la directiva anterior, que criticó acerbamente la
decisión.
Es bueno recordar las instancias, en la elección de estas autoridades, producida el 11/08/22.
En las intervenciones previas a la votación la diputada frenteamplista Verónica Mato
destacó que “el señor Tayler no es una cuota política”. Si no sabíamos que el señor Tayler
era frenteamplista, ahora sabemos.
Seguidamente la senadora nacionalista Gloria Rodríguez expresó: “Todos tengan la
seguridad de que los nuevos integrantes (…) seguirán la misma línea”. Y agregó: “Lo que
buscó este Gobierno de coalición fue la representación de todos los partidos políticos”. De
las palabras de la legisladora parecería deducirse que esa representatividad no existía en la
composición anterior y que el señor Tayler correspondía a la “cuota política” del FA.
Sobre 122 legisladores presentes, el escrutinio arrojó el siguiente resultado: Marcos Israel
121 votos, María Jimena Fernández Bonelli 120, Carmen Rodríguez Núñez 120, y luego la
cifra baja abruptamente: Bernardo Legnani 68 y Wilder Tayler 66.
Tal vez como una constatación de las palabras de la senadora Rodríguez (“seguirán en la
misma línea”) el presidente de la INDDHH, Cr. Marcos Israel, (no sabemos a qué partido
político representa) manifestó a la prensa que: “las violaciones de derechos humanos son
del Estado, eso es un hecho que tiene que ser claro”.
Por cierto, que muchos lo aplaudieron y otros no compartieron esa adjudicación exclusiva al
Estado de la responsabilidad de esos delitos, como si otras organizaciones (léase ETA, IRA,
algunas locales de cuyo nombre no queremos acordarnos…) no violaran los derechos
humanos cuando cometen sus crímenes.
Hace unos años, Líber Seregni, quien fuera presidente del FA le dijo al periodista Néber
Araújo (sí, el mismo al que Mujica trató de “nabo”): “los desbordes del MLN eran también
una violación de los derechos humanos”.
Es que más allá de las elucubraciones de los filósofos y los juristas, cuando se priva
injustamente de la vida a una persona, o sea, todo individuo de la especie humana, se está
violando el primero de sus derechos. Así lo detalla nuestra Constitución: “vida, honor

libertad, seguridad, trabajo y propiedad”. El resto es literatura. La discusión filosófica no le
interesa al muerto, sino a los vivos.
Cuando la Institución da cabida al Centro de Estudios de Derechos Humanos del Uruguay,
que preside el señor Sergio Molaguero (sí, el mismo que cuando joven estuvo secuestrado
en condiciones subhumanas) los que aplaudían rabiosamente a Israel, por sus declaraciones
anteriores, ahora lo critican.
¿Será como en el fútbol?
¿Usted qué opina?

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