La banda de los pasaportes "truchos" funcionó entre 2009 y 2019: 10 años bajo gobiernos del Frente Amplio

Lo sucedido en esos años es un misterio para el gran público. Desde las versiones del “famoso” ministerio paralelo de los tupamaros con un misterioso cubano como asesor principal de Bonomi, hasta el manejo “a piacere” del Hospital Policial y de partidas de dinero de la policía por parte de Charles Carrera, el entonces Director General de Administración del Ministerio (cuya causa "duerme" en Fiscalía).
Fuentes de la Coalición comentan que durante esos 10 años de gestión de Bonomi y Vázquez, ingresaron cientos de policías con antecedentes penales al Ministerio del Interior.
Militantes y dirigentes de la izquierda, descontrolados y fuera de la realidad, “festejan” en cada ocasión que pueden “golpear” al Presidente de la República o al gobierno en su conjunto, sin reparar que el origen de su “alegría” suele ser una negligencia o irregularidad surgida en los gobiernos del Frente Amplio.
La irresponsabilidad de la izquierda latinoamericana es no tomar conciencia de que han gobernado durante mucho tiempo sus países sin lograr ni uno solo de sus utópicos postulados y generando unos índices de corrupción inigualables en la historia de la región, así como una decadencia estructural en la educación y la cultura.
Una verdadera banda para delinquir globalizada a nivel latinoamericano: el Brasil de Lula, el Ecuador de Correa, el Bolivia de Evo Morales, la Venezuela de Chávez y luego Maduro, la Nicaragua de Daniel Ortega, la Argentina de los Kirchner, todos bajo el paraguas de la Cuba castrista, la sanguinaria dictadura más longeva de la historia de América.
El Uruguay de Mujica y Vázquez ¿puede agregarse a esa lista?
“Negocios” oscuros y nunca aclarados con Venezuela por miles de millones de U$S, los negocios con GAS SAYAGO , el Brasil de Lula Da Silva y la empresa constructora ODEBRECHT, los acuerdos comerciales con el Ecuador de Correa por el petróleo en tiempos de Sendic en ANCAP, el Tren de los Pueblos Libres y el mismo GAS SAYAGO con Argentina, el dinero de los Kirchner y su entorno circulando con absoluto descontrol por un puerto en la zona de Carmelo, los acuerdos por la "esclavitud" de médicos o técnicos en operaciones de cataratas cubanos, la condonación de la histórica deuda de Cuba con Uruguay por unos 50 millones de U$S.
Hay mucho más.
La capacidad de sorpresa en nuestro país, se alimenta día a día. Cuando uno cree que ya no puede haber más, aparecen los pasaportes de los rusos desde el 2009 y en los últimos días el tema de las “ollas populares”.
38 toneladas de alimentos “desaparecidas” en destinos imprevistos en Canelones. El MIDES que pide información sobre la cantidad de ollas y la distribución de la alimentación a las organizaciones que funcionan en la capital y la Coordinadora Popular y Solidaria (el típico nombre frenteamplista) que se niega a darla primero, luego la entrega tarde, fuera del plazo, y finalmente se conoce que la documentación entregada contiene errores importantes que desnudan graves irregularidades.
En todo ese proceso de pocos días, como no podía ser de otra manera los principales voceros del Frente Amplio salieron a "bancar" a la organización intermediaria de las ollas populares y a atacar al gobierno acusándolo de cualquier cosa, como hacen siempre, en esa huída hacia adelante que suelen realizar cuando se ven descubiertos. ¿La coordinadora de ollas era utilizada políticamente desde su origen, en los primeros días de la pandemia y del gobierno recién asumido, con fines de proselitismo político?
Es lo que parece a todas luces.
Así lo indicaron el senador Jorge Gandini y otros dirigentes de la Coalición Republicana, así como del propio gobierno. Se informó de coacción a los asistentes a las ollas para que concurrieran a cursos contra la LUC, antes de retirar sus porciones de alimento.
Ahora la pregunta que surge a un observador es ¿por qué se mantuvo durante tanto tiempo el aporte sin control de miles de toneladas de alimentos a un intermediario notoriamente vinculado a la izquierda y que, según palabras de legisladores de la Coalición, fue utilizado para la campaña contra LUC?
La capacidad de reacción de los sindicalistas que dirigen la izquierda en Uruguay frente a fenómenos populares que se generan cotidianamente en la vida del país ha sido muy evidente en los últimos dos años. En plena pandemia organizaron a "la velocidad de la luz" la red de ollas, con propósitos claros de obtener réditos políticos y cierto control de la calle que era necesario para mantener su presencia tras la derrota del 2019.
Algunos dirigentes del gobierno comentaron a confidencial.uy que es probable que lo hicieran para mantener una "caja" de recursos alimentarios que ya dominaban desde la formación del MIDES, ministerio armado por la dirigente comunista Marina Arismendi, con funcionarios de los distintos sectores del Frente Amplio, que son los que continúan trabajando en dicha cartera de Estado. Un comité de base creado para el asistencialismo y el clientelismo, sin controles ni auditorías.
No es casualidad que las ollas populares aparecieran a los pocos días de asumido el nuevo gobierno en marzo de 2020. La izquierda sabía que las debilidades estructurales de su gobierno no iban a tardar en aparecer, las cifras de trabajadores en negro, el crecimiento de los asentamientos, un desempleo en aumento, iban a dejar en evidencia rápidamente el desastre social y económico que entregaban luego de 15 años de gobierno. Todas las estadísticas lo confirman y la llegada de la pandemia les otorgó la excusa para organizar " una contención" de la verdad que sería expuesta por los hechos.
Pero veamos algunos fenómenos más del contexto regional.
Las sociedades latinoamericanas han naturalizado la corrupción de la izquierda. La elección de 2019 en Argentina, en la que volvió a ganar el kirchnerismo con Cristina Kirchner colocando su candidato presidencial y siendo candidata a la vice para obtener fueros que la dejaran a salvo de la Justicia, lo demuestra. La reciente elección de primera vuelta en Brasil también, ¿cómo Lula con delitos de corrupción ampliamente probados y liberado sólo por aspectos formales, pero responsable de los delitos de los que se lo acusó, puede sacar 48% de los votos y tiene chances de ser nuevamente presidente?
"Money talks", dicen los norteamericanos. El dinero habla, en especial para la corrupta izquierda latinoamericana, que se dice antiimperialista y anticapitalista mientras desde el gobierno promueve exactamente lo contrario. Es que la izquierda se ha quedado sin su viejo discurso marxista, sin proletariado, sin socialismo real. Sólo las palabras vacías y una búsqueda desenfrenada de causas nuevas de minorías fanáticas, que permita seguir "jugando" a una "rebeldía" perimida, en un mundo que desde 2020 tiene otros parámetros.