Alvaro Alfonso presentó su libro “Operación Verdad”

Pensamiento 28 de junio de 2022 Por José Ripoll
Con su último libro, el periodista Alvaro Alfonso tomó el arduo camino de echar algo más de luz sobre la historia reciente. Un trabajo convenientemente silenciado.

zero-libro AlfonsoEn estos días apareció con singular éxito de ventas, el último libro de Álvaro Alfonso. Especializado en una temática abrumada por “verdades oficiales”, el autor se ha caracterizado –a lo largo de una ya dilatada obra– en cuestionar, poner en duda y derribar, cuestionables aseveraciones, más allá de que puedan gozar de generalizada aceptación.

Es, y será, un objeto de estudio tremendamente polémico.

De lo que no hay duda es que Alfonso encara su “Operación Verdad” a partir de un exhaustivo trabajo de documentación y minucioso análisis de dichos y actitudes, en ámbitos públicos y privados. Encara además esa  tarea munido de una riquísima experiencia a partir del trato personal con buena parte de los protagonistas directos de aquellos episodios.

La obra es extensa y promete prolongarse en un segundo tomo, que conocerá la luz a principios del año próximo. Desaparecidos, hallazgos, entredichos, malinterpretaciones, reparaciones económicas, ley de Caducidad, prisión de jerarcas militares, conforman un relato que página a página llama a la reflexión.

En una hábil combinación que entrelaza temas de fondo con anécdotas brotadas en momentos críticos. La situación generada en los años 60 y 70 del siglo pasado, en el marco de la llamada Guerra Fría, el enfrentamiento entre los bloques soviético y capitalista, con el mundo como escenario, ponen de relieve acontecimientos que tal vez se pierdan en la dimensión global, pero que pesan, todavía hoy, en las realidades locales.

Esa guerra tan singular le costó a la Humanidad unos 25 millones de vidas, que se perdieron en una relación de siete civiles por cada militar.

Entre los sucesos que se inscriben en el plano local Alfonso destaca el aparato armado que llegó a montar el Partido Comunista y que nunca utilizó, el empuje de una guerrilla urbana que se propuso llegar al poder por las armas, la derrota en ese plano y la prisión por más de una década para la mayoría de ellos.

Más allá de la violencia que supuso el enfrentamiento en el plano local el autor analiza los factores por los que “nunca existió una voluntad de exterminio del enemigo”, pese a que fue “por partida doble” la violación de los derechos humanos”.

Surgen en ese plano constataciones como el hallazgo de restos humanos a los que se adjudicó una identidad equivocada, o también la desaparición, allá por 2007, de tres libros de vuelo de la Fuerza Aérea Uruguaya, de los que se pudieron recuperar sólo dos.

Alfonso se sumerje en las tensiones que llevaron a la sanción de la ley de Caducidad, las etapas por las que pasó el movimiento tupamaro para convertirse en formación política (“llevaron más de mil días”) y al replanteo de las negociaciones secretas de los guerrilleros con los jefes de las unidades militares allá por 1972.

Con posterioridad al golpe de junio revela la situación en la que se encontraban presos tupamaros, comunistas e integrantes de otras organizaciones de izquierda. Bucea en los documentos clasificados que surgen de los tribunales de honor con abundante información sobre la situación de los detenidos desaparecidos. El desarrollo del tema de las reparaciones económicas se lleva buena parte de las páginas.

Alfonso analiza en particular la situación generada a partir de la sanción de la ley (“del guerrillero”) 18.033, del 13 de octubre de 2006, y las situaciones que de ahí se derivan, como por ejemplo que haya hoy victimarios que cobran del BPS y familiares de sus víctimas, sin derecho a reparación.

Otras normas se han agregado a la original y se traducen en situaciones que también analiza el autor, en cuanto a su aplicación y costos. En total –dice– representan el 0,43% del presupuesto del BPS, registro muy superior a las obligaciones por Violencia Doméstica y Pensiones Graciables, Asistencia a la Viejez, Administración de Viviendas a los Jubilados, entre otras.

Revela que este asunto de reparaciones pecuniarias y montos estuvo ya en las conversaciones de 1986, cuando se negociaba una amnistía para los militares que violaron los derechos humanos. Por aquel entonces –comenta– los cabecillas tupamaros ya habían dejado entrever su interés en que se atendiera no sólo a quienes se habían levantado en armas contra la democracia, sino también a miembros de organizaciones de izquierda presos durante la dictadura.

¿Cuánto cuesta la aplicación de la ley 18033? ¿Cuántos son los favorecidos? ¿Hasta qué grado de parentesco se benefician los familiares?, son otros aspectos incluidos en el análisis. Los militares que han ido presos, los desencuentros en torno a la búsqueda de los restos de Claudia García de Gelman (el general Bertolotti había asegurado al presidente Tabaré Vázquez que estaban en un 99,9% localizados), la indicación de una tumba falsa y el desprestigio que eso acarreó al gobierno, son también motivo de estudio y revelan la profundidad del trabajo.

Resulta también especialmente revelador el estudio que hace Alfonso de hechos y dichos del coronel Gilberto Vázquez, con declaraciones de mucho peso ante un Tribunal de Honor y que no tuvieron repercusión alguna a nivel de la Justicia ordinaria.

“El discurso engañoso –dice con cierta resignación el autor–ha sido más poderoso que la verdad”, y razona: “la verdad se convirtió en culpa, y a la culpa nadie la quiere”, sobre todo si amenaza en convertirse en pérdida de votos o de poder. Y llega a una conclusión dura de asumir. Asegura que frente al hecho concreto de que “varios hechos históricos han perdido pie” preguntó a una apreciable cantidad de dirigentes políticos de hoy si la sociedad uruguaya está preparada para asumir un cambio de relatos que ya ha dado por ciertos, y que la respuesta es virtualmente unánime: “No!”.

 

Te puede interesar