Un mártir de la libertad

Hechos 02 de julio de 2022 Por Guillermo Silva Grucci
Ocurrió hace unos días en la Argentina: un conductor perdió el dominio de su camión, se estrelló y falleció en la colisión. Usted dirá que este es un hecho, lamentablemente, común. Pero en este caso el camionero terminó siendo un mártir de la libertad.
CHOQUE CAMIONERO

El insuceso ocurrió a la entrada de la ciudad de Daireaux en la Provincia de Buenos Aires. El hombre
estaba haciendo su trabajo, como todo aquel que quiere llevar honestamente el pan a su casa. Pero
no podía terminar su viaje porque en la ruta se encontró con un conjunto de personas constituido en
piquete. Una modalidad de protesta social que tiene amplia extensión en el hermano país y que
afecta a la población en general.
Aunque se trate de un justo reclamo, el medio supone tomar como rehenes a personas, en su mayor
parte, ajenas al motivo del reclamo. Supongamos que usted transita por una ruta y topa con un
piquete que protesta, como en este caso, por la suba del gasoil. Tal vez usted también use gasoil, y
muy probablemente, no sea responsable del incremento de los precios. Pero usted no puede pasar.
No importa si tiene una cita con el médico, quiere regresar a su casa y a su familia, o simplemente ha
decidido hacer un paseo. No puede pasar porque veinte personas asumen el derecho de obstruir el
camino y no se lo permiten.
Este señor seguramente harto de esta práctica vejatoria de su libertad de circulación decidió eludir
el piquete. Lo persiguieron ocho km, lo alcanzaron y lo apedrearon. Una de las piedras rompió el
parabrisas y atinó en la cabeza del hombre con ese trágico esperable final. Los presuntos autores
han sido detenidos pero el daño es irreparable. Unos hijos perdieron a su padre. Una esposa a su
marido. Un hombre murió lapidado al modo en que en tiempos antiguos se aplicaba la justicia. Su
crimen fue haber irrespetado un piquete de “autoconvocados”. Individuos que pretenden fundar sus
actos en la libertad de protestar y a los que no les importa desconocer los derechos de los demás.
En el Uruguay, de acuerdo con la LUC, son “ilegítimos los piquetes que impidan la libre circulación de
personas, bienes o servicios, en espacios públicos o privados de uso público”. Y es competencia del
Ministerio del Interior: “preservar los espacios públicos o privados de uso público cuya circulación se
pretenda obstaculizar o impedir por personas, vehículos u objetos de cualquier naturaleza, a fin de
garantizar el derecho a la libre circulación y el orden público”.
Estas disposiciones están contenidas en los artículos 468 y 469 de la LUC. ¿Usted cree que eran de
los 135 artículos que se pretendieron derogar por considerarlos lesivos para la libertad? Acertó. Hay
que agradecerlo a la ciudadanía que demostró mayoritariamente su sentido común. Agradezca, y
circule tranquilo.

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