Riesgo argentino bajo lupa del BCU

El riesgo país argentino de la víspera subió a 2.838 puntos, un máximo desde 2020, infirmó el portal bonaerense "Infobae" en una jornada que evocó los días amargos de 2001.
En la city montevideana se suele decir que en los bancos de Uruguay está la “caja chica” de muchos argentinos, algo que ha sido así de toda la vida, pero que se incrementa cuando en Argentina sube su riesgo de incertidumbre.
Al inicio de 2022 los depósitos de no residentes en Uruguay aumentaron mes a mes, si bien no fue de una manera explosiva.
Después de haber cerrado 2021 se supo que los dólares de no residendes depositados en la banca uruguaya se ubicaron en US$ 3.340 millones, el stock de éstos se incrementó a US$ 3.373 millones a fines de enero.
En febrero el stock pasó a US$ 3.449 millones, en marzo subió a US$ 3.499 millones y a partir de entonces el incremento ha persistido por goteo.
Si bien el dato de los depósitos de no residentes no discrimina por nacionalidad, en los corrillos del BCU se mira con inquietud el riesgo de contagio argentino, por mínimo que sea sobre las finanzas locales.
Ayer el digital porteño “El Economista”, señaló que en círculos del propio oficialismo argentino se advierte que en la actual coyuntura hay “un escenario de corrida especulativa contra el peso” intentando provocar una abrupta devaluación de la moneda argentina, mientras que el gobierno de Aníbal Fernández toma medidas de CTI sobre su economía, para contener entre otros frentes el mercado cambiario de un país cuyo “dólar blue” ayer rozó los A$ 340 y todo indica que la brecha cambiaria no se va a detener.
En lo que va de julio, el peso argentino se devaluó un 40% frente al dólar, medido según el “blue”.
En la actualidad en Argentina existen más de 10 tipos de cambio, dentro de los cuáles uno es el llamado "dólar blue”, que es el más popular de entre los que cotizan en los mercados porque es el que se consigue en el mercado negro.
El llamado “dólar blue” suele tener un valor bastante más alto que el oficial, y no se vende en bancos o casas de cambio oficiales sino en locales de operaciones financieras que se manejan con cierta discreción.
Ayer el propio gobierno argentino planteó la cotización de un llamado “dólar turista”, ofrecido con un tope de US$ 5.000 en las ventanillas del oficial a los que demuestren poseer su condición de extranjeros en tránsito por el país.
Caos que preocupa
El proceso económico del país vecino está bajo la lupa del BCU, ya que la conducción económica del país vecino está tomando medidas que aparecen como erráticas y coyunturales, y de este lado del estuario no se quiere que un tropezón argentino repercuta demasiado en estas costas.
Uno de los datos sensibles es el volumen de los depósitos de no residentes (depósitos de ciudadanos extranjeros en bancos nacionales), que en este momento no es excesivamente elevado para las reservas nacionales, pero se advierte que éstos ya son la mitad de los que tuvo el país al cierre de 2001 de billeteras argentinas.
El contagio argentino, provocado por la maléfica combinación de un Uruguay excesivamente tentado por las altas tasas bancarias pagadas por los bonos de ese país, que se llevaron casi el total de los depósitos nacionales, sumada a la “corrida” de argentinos sobre sus depósitos hechos aquí cuando sobrevino el “corralito”, y el agotamiento de las reservas de cobertura del BCU para frenar el agotamiento de divisas en los bancos locales presionados por la "corrida" de los argentinos sobre el sistema bancario nacional, fue la principal causa de la terrible crisis financiera que vivió Uruguay en 2002.
Más allá de ello, tras la crisis de ese año, el país viró varias de sus políticas financieras y disposiciones bancocentralistas, y hoy Uruguay está mucho más lejos del contagio provocado por la crisis argentina de 2001. Pero nunca se está muy lejos, porque siempre un resfrío argentino provoca estornudos de este lado.