Cosse, la indagada

Hechos 31 de julio de 2022 Por Alfredo Lara
La intendente de Montevideo, Carolina Cosse, ha tenido una carrera política tan rápida como polémica. Sin demostrar nada excepcional en su desempeño como presidente de ANTEL, por el contrario dejando en evidencia un absoluto desprecio por los recursos públicos, al gastarlos sin preocupación ni sobriedad, la ingeniera Cosse ascendió a ministro de Industria y Energía con Tabaré Vázquez, y luego accedió a la intendencia con un gran despliegue económico en su campaña electoral y un fuerte apoyo del Partido Comunista y su estructura capitalina.
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La actual intendente de Montevideo demostró su ineficacia en la gestión durante su presidencia en ANTEL. El complejo multifuncional fue un pésimo negocio para el Ente y un tremendo despilfarro con dinero de los uruguayos.

La decisión de realizar una obra valuada en primera instancia en unos U$S 40 millones, que finalmente costó U$S 120 millones, en un terreno propiedad de la intendencia, que pasará a ser propietaria del complejo luego de 30 años de concesión a favor de ANTEL, tienen a Cosse en el ojo de la tormenta desde sus primeros pasos en la actividad política.

ANTEL Arena costó tres veces más que el complejo más completo y más caro de América Latina en los últimos tiempos.

Cosse parece burlarse de todo y de todos cuando declara ante los medios con un discurso en el que se justifica a sí misma sin aclarar nada, sin estudiar los temas y apelando a una teatralidad exagerada, en la que el "no lo sé", "no lo recuerdo", intentan restar importancia a los hechos irregulares ocurridos durante la construcción del complejo y claramente delimitados en la auditoría encargada por el actual directorio del Ente, y en el informe de la Junta de Transparencia y Ética Pública por la unanimidad de sus miembros, con uno de ellos perteneciente al Partido Comunista.

Según informó El Observador, Cosse declaró ante el fiscal Enrique Rodríguez que la construcción del ANTEL Arena  fue una "operación de marketing" que era beneficiosa para la empresa. Asimismo argumentó que se preveía que la obra iba a tener un retorno de U$S 12 millones al año, es decir una ganancia de 1 millón de dólares por mes.

Dicha información señala que Cosse no pudo explicar ante el fiscal la diferencia entre los U$S 44 millones que dijo iba a costar el emprendimiento y los U$S 120 millones que finalmente costó, simplemente indicó que ella se refería al costo de la obra civil y que el resto (U$S 76 millones) fue calculado y ejecutado por los servicios de ANTEL. Interrogada sobre la existencia de un presupuesto de la obra, Cosse indicó "Yo no lo vi", y ante la pregunta sobre si la obra se había hecho sin informe o presupuesto detallado respondió "Debe estar. Yo no me acuerdo. Pero debe estar".

Asimismo, la primera interpretación de lo trascendido a la prensa sobre su declaración ante el fiscal, aparece como "un lavado de manos" de la ex presidente de ANTEL, así como un intento de diluir su responsabilidad en otros funcionarios del Ente.

Por ejemplo, consultada sobre si quien había sido su gerente general tenía el detalle presupuestal, contestó que podía ser que lo tuviera. “Lo tendrán los servicios o los arquitectos”, afirmó. 

La misma situación se dio al responder a la pregunta sobre si había visto los expedientes de compras directas y que se hubiera cumplido con el trámite correcto, cuando dijo que ese no era su rol como presidente, aunque aclaró que, igualmente, estaba habilitada para hacer compras directas.

Cosse había dicho que el complejo se financiaría con fondos propios, pero cuando la consultaron respecto al préstamo de U$S 56 millones que ANTEL debió pedir al Banco Santander, contestó que lo sabía pero que en ese momento ella ya no estaba en el Ente.

Esa respuesta la utilizó en otras ocasiones, señalando con claridad que ella había estado hasta el 2015, aunque aclarando que no tenía dudas sobre la cristalinidad de la gestión posterior a la suya.

El Observador informa también que Cosse se apoyó en los resultados de una auditoría interna realizada  por la funcionaria de ANTEL, Susana Peruzzo, quien en la actualidad se desempeña en la Intendencia de Montevideo por un pase en comisión desde ANTEL.

Según trascendió podría haber otra citación de Fiscalía a Cosse. Luego de las otras declaraciones previstas por el fiscal Rodríguez, volvería a ser interrogada antes de la definición del caso.

Más allá de la decisión judicial, la sensación que queda para muchos es que fue un negocio muy extraño desde su origen, la decisión de demoler el Cilindro y todo el proceso de construcción, así como el costo exagerado y nunca explicado, las deudas originadas para ANTEL, el funcionamiento a pérdidas pese a las previsiones adelantadas por Cosse y todo un partido político de izquierda que avala, apoya y defiende una gestión que aparece, a todas luces, indefendible.

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