Don José: Cómo le va doña María, escuchó al Presidente del FA, Fernando Pareira en la radio Sarandí?

Doña María: La verdad, no. No sabe la mañana que tuve hoy en casa. Uff. Por qué, qué pasó?

Don José: Ah pero doña María, Ud. se pierde todo lo bueno! Se armó un lío de apartar a caballo.

Doña María: No me diga. Qué pasó hubo un debate con la Bianchi o con Gandini? Ojo que también pudo ser con Domenech o Schipani. Diga, con quien fue el lío.

Don José: En esta sí que le erró. El lío se armó con los periodistas que lo estaban entrevistando, principalmente con Aldo Silva y con Gabriel Pereyra.

Doña María: Pero qué pasó, lo pisaron? O le derramaron el café encima de la ropa? Porque la verdad que no se me ocurre ninguna otra razón.

Don José: Aunque Ud no lo crea fue porque Pereira se sintió acosado e incómodo por las preguntas que le hacían sobre el Proyecto de las jubilaciones.

Doña María: Que raro. Pensar que yo creía que “entre bueyes no hay corneada”. Bueno, corneada capaz que no, pero algún empujón seguramente sí. Bueno, cuente, cuente.

Don José: Como le decía, la cosa se puso tensa cuando Pereira les dijo, palabra más, palabra menos, que le estaban haciendo los mandados al Gobierno. Que no lo dejaban hablar y que le hacían preguntas que lo perjudicaban, sobre temas que también lo perjudicaban.

Doña María: Qué raro, porque creo que este hombre no toma y menos a la mañana.

Don José: No se haga la graciosa doña María. El hombre se enojó enserio y le vino como un ataque de “lengua sobada” y hablaba y hablaba sin parar interrumpiendo a todo el mundo.

Doña María: Bueno don José, ahora es Ud el quien me toma el pelo a mí. Eso es lo que hace siempre Pereira, “pone play” y no para de hablar de lo que él quiere, respondiendo lo que él quiere y le pasa por arriba a todo el mundo sin siguiera escuchar a nadie.

Don José: Bueno sí. Pero la diferencia en este caso es que sí lo interrumpieron y medio que los periodistas se cabrearon. Le decían que era injusto con las críticas y que las respuestas que estaba dando el presidente del FA eran más propias de una campaña electoral y no un análisis de actuación. Todo eso mientras Pereira repetía como un loro que “los medios están flechados”, a lo que los periodistas le decían “pensá lo que quieras”, “no me importa lo que pienses” y el otro les respondía: “a mi tampoco me importa lo que vos pienses”.

Doña María: Ah bueno, entonces estuvo movidito! 

Don José: Y sí. Tendría que haber escuchado como se puso ese hombre cuando el periodista le dijo que el FA en 15 años no había hecho ningún cambio profundo en la educación. Se puso malo, malo y empezó a hablar sin para repitiendo cifras, porcentajes y bla, bla, bla.

Y le digo una cosa cuando Pereira empezó con la cantinela que el gobierno no quiere dialogar, que no llama al FA para nada y que incluso le ofrecieron “ayuda” con sus expertos para arreglar el tema de la seguridad pública y que ni siguiera les respondieron. Ahí casi se me para el corazón de solo pensar en esa posibilidad, y me dije “viste José como Dios existe y no es joda” y a continuación me persigné.

Doña María: Pero a ver don José, a Pereira parece que le hubieran implantado un “Chip”, en cada entrevista que le hacen o conferencia de prensa que realiza, el discurso es siempre el mismo. De la pregunta que en concreto le hacen la responde con las dos primeras palabras, todo lo siguiente es siempre igual: que el hambre, las ollas, los pobres, la falta de sensibilidad, por qué el gobierno no regala más plata, que no quieren dialogar con nosotros y bla, bla, bla. Siempre lo mismo. Yo sé que es una estrategia política. Pero que quiere que le diga, es una estrategia que le viene como anillo al dedo, porque para mí que el hombre no sabe mucho. Lo sacás del “catecismo” que tiene preparado y hace agua por todos lados.

Don José: Doña María Ud siempre dando en el clavo. Eso fue justamente lo que pasó en la radio, le preguntaron de la reforma de las jubilaciones, que se vé que no sabe nada fuera del “catecismo” como dice Ud. y el hombre se puso como una fiera.

Doña María: Pero además, lo que pasa es que esta gente se mal acostumbró. En 15 años la gran mayoría de los periodistas los trataban con un respeto reverencial, los dejaban hablar cuanto quería y de lo que querían. Nadie les repreguntaba nada y claro ahora le hacen tres preguntas como cualquier periodista le hace a cualquier entrevistado, y se sienten acosados, perjudicados y perseguidos.

Don José: Bueno doña María, hablando de otra cosa, ¿a Ud no le parece que tendrían que reprogramarle el “chip” a Fernando Pereira. Yo lo noto como que le está faltando como una actualización, una versión 2.0 o algo así, porque estamos pa· terminar el 2022 y sigue hablando lo mismo que en el 2020.

Doña María: Deje, deje don José. Vaya a hacer los mandados que su mujer lo va a matar.