En los últimos días se ha conocido en nuestro país el Indice de Percepción de Corrupción (IPC) correspondiente al año 2023. El mismo surge del informe elaborado por Transparencia Internacional, una organización no gubernamental con sede en Berlín, Alemania, definiéndose a dicho Indice como el nivel de corrupción que se percibe en el Sector Público, el que se determina por encuestas de opinión y evaluaciones de “expertos”, definiéndose a la Corrupción como el uso indebido del Poder Público para beneficio privado.

Como se dijo anteriormente para la confección del IPC, Transparencia Internacional realiza una encuesta todos los años en la que consulta la opinión de expertos de diversas entidades como por ejemplo el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial, más conocido como Foro de Davos cuya ultima reunión anual fuera ampliamente difundida a partir del discurso pronunciado por el presidente de Argentina Javier Milei en el que sutilmente reprochó a los presentes la situación actual mundial de Occidente cuyos valores intrínsecos son atacados y corroídos permanentemente.

En cuento a la posición de Uruguay en el ranking de 2023, el informe la ubica en el lugar número 16, detrás de Canadá en América y primero en Hispanoamérica.

La novedad de este años es que Uruguay ha bajado un punto respecto del año 2022, ahora obtuvo 73 puntos en vez de los 74 que ostentaba

En el cuadro anterior vemos la evolución que ha tenido el IPC correspondiente a Uruguay desde el año 2012 al 2022, el que nos obliga a efectuar algunas reflexiones basadas en algunos hechos de absoluta notoriedad ocurridos en los años mencionados, los que nos hacen pensar en la pertinencia de las puntuaciones asignadas.

En el años 2012 la puntuación de Uruguay fue de 72 puntos, un punto por encima del obtenido en el 2020,  primer año del mandato del actual Gobierno.

Este hecho llama la atención, puesto que, mientras en el 2020 Uruguay era elogiado y puesto de ejemplo por su actuación en tiempos de pandemia, en el año 2012, en el gobierno de José Mujica se efectuaba un remate trucho de los aviones de la ex PLUNA, cuyo mejor postor resultó ser “el caballero de la derecha” en representación de una empresa llamada COSMOS que operaba en connivencia con López Mena, para cuya operación el BROU otorgó un Aval por U$S 13.500.000 sin ninguna garantía, situación que llevó al procesamiento del Ministro de Economía Fernando Lorenzo y del Presidente del BROU Fernando Caloia..

También llama la atención el guarismo de 73 puntos obtenido en el año 2013 durante el mandato de José Mujica,  dos puntos más que los 71 obtenidos en el año 2020 ya mencionados, e igual puntaje que los correspondientes a los años 2021 y 2023 del actual gobierno.

No parece muy entendible la alta puntuación del año 2013, año en el que fueron iniciados los procesos penales contra un Ministro de Economía y el Presidente del Banco del Estado por hechos de corrupción llevados a cabo en el ejercicio de sus funciones públicas.

También fue el año que desde la Presidencia de la República se le ordenó al Director de la DGI, Pablo Ferreri que perdonara una deuda de 10 millones de dólares que mantenía el empresario Francisco (Paco) Casal con el ente recaudador por no pago de impuestos,.

También llama la atención el mantenimiento de los 73 puntos durante el año 2014. Año en que la Justicia procesa a los jerarcas Lorenzo y Caloia por la comisión de delitos en el ejercicio de sus cargos.

Asimismo en el año 2014 se conoce el escándalo de corrupción a partir de los negocios entre ANCAP-Trafigura-Petroecuador por 6.400 millones de dólares en el que se vio involucrado Raúl Sendic al frente de ANCAP. Hecho que ha vuelto a estar en el tapete por la investigación que actualmente está llevando a cabo la Justicia de los Estados Unidos, en las que se encuentran involucradas las gestiones de ANCAP en los presuntos actos de corrupción de aquella época.

Llama la atención los 71 puntos asignados a Uruguay en el años 2016.. Recordemos que en ese año el gobierno de Tabaré Vázquez a través de su bancada en la Cámara de Diputados niega la posibilidad de que se investiguen las implicancias y el tráfico de influencias en los negocios que se llevaban adelante con Venezuela a través del Fondo Bolívar-Artigas, atentando de esta forma contra la transparencia en todos aquéllos negocios cuya opacidad era incuestionable.

También en ese 2016 sale a la luz el escándalo de OAS y Odebrech vinculadas a la adjudicación de las obras de la Regasificadora en la que se denunciaban coimas en la adjudicación.

2016 es el año que se presenta la denuncia penal contra el ex Vicepresidente Raúl Sendic, por conductas delictivas en el ejercicio de sus funciones al frente de ANCAP.

Es imposible olvidar el papelón internacional que vivió el país cuando el mundo supo  que el Vicepresidente del Uruguay hacía gala de poseer un título universitario que nunca había obtenido . el famoso “Licenciado en Genética Humana”

Durante los años 2017 y 2018 Uruguay obtuvo una puntuación de 70 en el IPC, guarismo que parece increíble en años en los que se produce una de las crisis políticas e institucionales más grandes del Uruguay contemporáneo, la que terminó con un Vicepresidente de la República que renuncia por los escándalos de corrupción y se va por la puerta trasera del Palacio Legislativo.

Y termina siendo procesado por la Justicia por Abuso de Funciones y por Peculado (ladrón), proceso que culminará con la condena por dichos delitos.

Según el  sitio web  oficial de Transparencia Internacional “las fuentes y encuestas que conforman el Indice de Percepción de Corrupción, se basan en cuestionarios cuidadosamente diseñados y calibrados, junto con las respuestas de expertos y empresarios”

Asimismo en dicho sitio se afirma que “la corrupción política es la manipulación de políticas, instituciones, reglas de procedimiento y decisiones por parte de quienes toman las decisiones políticas para abusar de sus posiciones en beneficio privado”

 

La pregunta que surge en forma inevitable: ¿las fuentes, expertos y empresarios que se mencionan como el origen del Indice de Percepción de Corrupción, tendrán clara la propia definición de corrupción dada por la Organización que los consulta?

A mi juicio y  de la comparación de los Indices y de los hechos acaecidos en los años analizados, surge una incongruencia que realmente llama la atención por no utilizar otro término que podría salirse del estilo del autor de esta nota.